El calentamiento global es la acumulación de gases de efecto invernadero que actúan como una cubierta que envuelve a la Tierra e impide que los rayos solares que entran al planeta salgan de nuevo al espacio exterior, propiciando el aumento de la temperatura terrestre.
La deforestación y la contaminación oceánica agravan el problema, pues los árboles absorben dióxido de carbono, uno de los gases que causan el efecto invernadero y los océanos son los principales productores de oxígeno en el mundo, por lo que su polución representa un problema muy grave.
Dicho asunto afecta sin duda alguna a toda la Tierra, pero en este caso nos concentraremos en explicar los resultados devastadores que el calentamiento global tiene sobre la especie Ursus maritimus.
Los tres principales problemas que afrontan los osos polares por causas del calentamiento global son los siguientes:
- Descenso poblacional
- Escasez de alimentos
- Hielo marino muy frágil
Descenso poblacional
El servicio geológico de los Estados Unidos predice que para el año 2050, dos tercios de la población de osos polares caerá drásticamente. En 1979 los investigadores detectaron una gran disminución del hielo marino que comenzó a alarmar a la población, sin embargo, todo quedó en una noticia pasajera a la que no le dieron la mayor importancia, pero esto cambió en 2011, cuando se percataron de que la cantidad de hielo estaba disminuyendo cada vez más a comparación de 1979.
Se predice que para el año 2050, dos tercios de la población de osos polares caerá drásticamente.
Se dice que de las 19 subpoblaciones, existen algunas con alarmantes cifras. Casualmente son las más cercanas al disturbio de los asentamientos humanos.
Escasez de alimentos
Sin hielo, los osos polares no tienen acceso a sus presas ya que las focas se asientan en esas zonas. Si bien son excelentes nadadores, las distancias que tienen que cubrir son cada vez más extensas y no siempre tienen éxito en sus cazas, por lo que recuperar toda la energía y peso perdido resulta ser una tarea difícil.
Los científicos han descubierto una ligera disminución en varios cráneos de ejemplares machos adultos, en comparación con individuos de generaciones 20 años atrás y esto lo relacionan con la escasez de nutrientes, o bien, con la concentración de químicos que esta comida contiene.
Siempre se ha sabido que los osos polares pueden matar a otros de su misma especie por dominio o porque el macho desea reproducirse con una hembra y para ello tiene que acabar con sus crías, pero casi nunca se habían reportado casos de canibalismo por hambre y últimamente esto ha incrementado. Según los expertos, esto seguirá aumentando conforme el hielo continúe desapareciendo.
Hielo marino frágil
La fragilidad del hielo marino se debe a su poco grosor y al rápido deshielo a causa de las elevadas temperaturas. Nos referimos como elevadas no al hecho de que se soporten climas desérticos, sino a que el Ártico siempre se ha caracterizado por mantener grados centígrados muy bajos que permiten la supervivencia de miles de especies silvestres, por lo que unos grados de más representa un gran cambio en todos los elementos que conforman esa parte del mundo.
Si el hielo es frágil y algún oso polar está encima de este, existen más probabilidades de se rompa y viaje a lugares inhóspitos y peligrosos o de que las colinas cubiertas de nieve se desvanezcan y las madres no tengan lugar para el resguardo con sus crías.
Es difícil creer todo lo que una modificación trae como consecuencia, pero es una realidad que no podemos ignorar.
Según los expertos, el canibalismo seguirá aumentando conforme el hielo continúe desapareciendo.
Probablemente alguna vez hayas visto fotografías de osos polares a la deriva sobre bloques de hielo. Esto no es algo que suceda muy a menudo, pero la realidad es que sí ha ocurrido. Unos cuantos osos polares han tenido que vagar por lugares lejanos a su territorio debido a la corriente marina y al desprendimiento del hielo frágil.
Un caso muy desolador fue el de una hembra que nadó por nueve días a través del mar de Beaufort hasta llegar a hielo firme, perdiendo el 22 % de su masa corporal. Lo trágico no acaba ahí; ella estaba acompañada de su pequeña cría, pero esta ya no pudo llegar con vida.
Si las industrias continúan emitiendo gases tóxicos a la atmósfera o descargando sus residuos en los océanos y mares, este problema acabará por extinguir no solo a los osos polares, sino a muchas otras especies, incluidos nosotros. Si por nuestra parte optamos por ir a lugares cercanos en auto en vez de trasladarnos en bicicleta o transporte público, estamos acrecentando el problema.
La acción debe hacerse en conjunto, ya que la misma responsabilidad que tienen los dueños de las empresas la tenemos cada uno de nosotros y por lo tanto, con nuestra voz y participación podemos lograr ese cambio.