El futuro del oso polar es incierto, pero las predicciones sobre su próxima extinción no se hacen esperar. De no encontrar una solución a su problemática actual, aquellos rumores que se consideraban fatalistas serán una realidad.
Los científicos que por años se han dedicado al estudio de la situación que envuelve al Ártico, creen que la capa de hielo que comprende esa zona desaparecerá dentro de 100 años.
Si pensamos en cien años, tal vez nos parezca que falta mucho tiempo y que seguramente ya no estaremos con vida, pero, ¿qué hay de nuestros hijos? Cien fue un número aproximado, pero ¿y si esto se presenta mucho antes?
Más calor reduce el espesor del hielo, volviéndolo intransitable o aumentando la deriva de estos bloques. De igual manera, los veranos podrían ser más calurosos y demorar más tiempo, lo cual sería muy desesperante para los individuos que apenas sobreviven con su grasa corporal durante esa temporada.
Los científicos creen que la capa de hielo del Ártico desaparecerá dentro de 100 años.
Existe un documental realizado por National Geographic titulado “Seis Grados que podrían cambiar el mundo” en el que los científicos se adelantan a explicar lo que pasaría si la temperatura global llegara a aumentar esa cifra.
Lo que intentan mostrar son las consecuencias irreversibles que esto representaría. Si un solo grado es capaz de modificar un ecosistema, más calor significaría una transformación total de la biodiversidad.
Se dice que dos grados más sería sinónimo de pocos insectos, muchos desiertos, corales dañados y por supuesto, osos polares extintos.
Los espectadores podrán calificar este documental como una película de ciencia ficción, pero pensemos bien si realmente queremos que nuestros descendientes comprueben si esto va a llegar a ocurrir.
Alaska es el único lugar de los Estados Unidos donde se permite solamente a los pobladores indígenas capturar a los osos polares para la obtención de su carne como alimento y de su pelaje para sobrevivir al frío.
En otras regiones existen sistemas de cuotas donde se controla el número de ejemplares capturados y Noruega prohíbe completamente esta actividad para todos los grupos sociales sin excepción alguna.
Alaska es el único lugar de los Estados Unidos donde se permite a los pobladores indígenas capturar osos polares.
A pesar de la importancia que el mundo le ha dado al asunto, todavía existen noticias sorprendentes e increíbles, como por ejemplo, el hecho de que en Groenlandia se tiene previsto iniciar con temporadas de caza deportiva en unos años más o que Canadá aún permite la caza deportiva de osos polares para cualquier persona.
Si el máximo depredador del Ártico está en peligro, ¿qué se puede decir de las otras especies? Desafortunadamente gran parte de los miembros del reino animal está sufriendo los cambios en el ambiente y debemos recordar que todo esto representa una cadena alimenticia, en el que la falta de un organismo afecta a un número considerable de seres vivos que dependen de este.
El futuro de los osos polares no es alentador y su descenso poblacional nos lo demuestra. Los estudios y documentales están al alcance de todos y nosotros tenemos el derecho a estar informados sobre este asunto.
Los rumores o noticias sensacionalistas también se aprovechan de esta condición para incrementar ventas de libros de autores dudosos o películas que nos hacen creer algo inexistente sin aportarnos alguna solución al respecto.
La mejor manera de enfrentar un problema es atacándolo de raíz, y en este caso el origen de todo esto ha sido la ignorancia en nuestras actividades que por muchos años hemos realizado como humanos sin un plan de prevención.
Antes no se tenían los medios para tener disposición a las lecturas o a los documentos científicos, o bien, solo estaban accesibles para ciertos miembros de una sociedad, pero esto no existe más y ahora es tiempo de aplicarse.